espressodopio
Monday, August 21, 2006
  Notas sobre lecturas recientes


Aquí escribiré sobre literatura, cine, música y otros tópicos que me interesan. De política no, pues para eso está el Observatorio Purhépecha. De amor tampoco (creo que sigo siendo muy pudoroso). Mis primeros comentarios serán sobre mis lecturas recientes: Las travesuras de la niña mala de Vargas Llosa y Veinte años y un día, de Jorge Semprún

A Jorge Semprún lo leí por vez primera a fines de los setenta o principios de los ochenta. Recuerdo que su Autobiografía de Federico Sánchez me llamó mucho la atención por su abordaje de las andanzas clandestinas de F. Sánchez (el propio Semprún) en España como miembro de la dirigencia del Partido Comunista de España (PCE) en la época del franquismo, obviamente 0ilegal en esos tiempos, así como por su narración de las luchas internas entre los jóvenes comunistas (Fernando Claudín y él, principalmente) y la nomenklatura, sujeta a los dictados de Moscú. Por aquellos tiempos me enteré también de que era el autor, entre otros, de los guiones cinematográficos de La guerre est finie y Stavisky para Alain Resnais, Z, La confesión y Section Spéciale para Costa-Gavras y Las rutas del sur para Joseph Losey. Todo ello le brindaba un aura de intelectual comprometido, como se decía entonces, lo que lo volvía aún más digno de admiración. Luego me enteré de que fue Ministro de Cultura en el gobierno socialista de Felipe González en España y hace como un año me topé con su novela Veinte años y un día en alguna librería de la ciudad de México. La compré y la dejé reposar en el librero hasta que hace unas semanas la seleccioné para leerla.

Se trata de una obra que mezcla la ficción con la realidad. En cuanto a la estructura hay un narrador que no podría calificar como omnisciente, sino muy consciente de sí mismo y de su papel. Digo esto porque en algunos pasajes (cito de memoria) dice cosas como: "este personaje no podría saber eso, puesto que ocurrió anoche y él todavía no se entera". En otros pasajes sabemos que el narrador es Federico Sánchez, es decir, el mismo Jorge Semprún, actuando en la clandestinidad durante el franquismo. Y la ficción consiste, supongo, en la invención de los personajes de la familia Avendaño y del gringo Leidson, que interactúan con personajes reales como el torero y empresario taurino Domingo Dominguín, el abuelo de Miguel Bosé. con Ernest Hemingway, con el propio Federico Sánchez, con Benedetto Croce, con García Lorca, etc.

La obra narra los acontecimientos de la celebración en 1956, veinte años después de ocurridos los hechos, de una ceremonia expiatoria mediante la cual los Avendaño recuerdan el asesinato de uno de los hermanos (el menor) a manos de los campesinos y peones de su hacienda La Maestranza, en Toledo, al inicio de la Guerra Civil española. Alrededor de esa ceremonia ocurren una serie de acontecimientos de todo tipo: persecuciones político policiales, encuentros literarios e intelectuales, relaciones incestuosas, remembranzas del Madrid de esos años, celebraciones de la burguesía española de los años treinta, descripciones gastronómicas, todo lo cual gira alrededor de la descripción de un cuadro (Judit y Holofernes) de la pintora post renacentista Artemisia Gentileschi.

Me pareció una novela rara por su estructura y narrador, pero muy interesante, por lo cual me parece muy recomendable. Creo que sería muy útil como material de análisis en un taller de narrativa.
 
Comments: Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]





<< Home
Notas sobre literatura, cine, música y otros tópicos que me interesan. No son la Neta sino meros apuntes sobre cuestiones que me parecen destacables.

My Photo
Name:
Location: Morelia, Michoacán, Mexico

Powered by Blogger